sábado, 9 de julio de 2011

Sentirse bien cuando ves a esa persona, mirarle y decir:Sí, ya se para qué vivo. Que te sonría, tu le sonríes, te mira con esos ojos que con solo una mirada te llenan, te dan fuerza, fuerza para seguir, y vuelves a sonreir. Luego piensas en esa persona, en el segundo en que vuestras miradas se han cruzado y algo te recorre todo el cuerpo, un cosquilleo y vuelves a poner esa sonrisa entre nerviosa y tonta, pero a tí te da igual, porque al recordarlo es tal la felicidad, que eres capaz de olvidarte de todo el mundo y centrar todos tus sentidos en esa persona.

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